La cadena británica John Lewis lo ha vuelto a hacer. La Navidad de 2019 la catapulta de nuevo a lo más alto de la lista de éxito de las campañas navideñas en Europa.
John Lewis se ha lanzado a conquistar emociones gracias, esta vez, a un dragón —más bien torpecito— cuya mayor habilidad consiste en estropear cada sarao donde aparece. Es la idea de una niña la que consigue reinsertar a Edgar, que vive en un pueblo cansado de tener que apagar los incendios que provocan esas torpezas tan suyas.
La pieza se ha rodado utilizando la tecnología CGI (imagen generada por computadora), de forma que Ruby, la niña de 10 años que coprotagoniza la pieza con Edgar, ha realizado el spot completo junto a un modelo inanimado de plástico.
La campaña se completa con todo un ecosistema de actividades en torno a Edgar, toda una nueva estrella que ya brilla en el firmamento navideño británico.